miércoles, 4 de mayo de 2016

Pueblo (I)

Es un título de entrada un tanto extraño, pero tiene una explicación. Tengo delante de mi unos cuantos cereales casi sin sabor y un vaso de leche de avena. Ya se acabaron esas fiestas matutinas felices con donuts, leche con cacao, manjares exquisitos. Ser un comepizzas tiene su cara oculta también, no tan amable digna de un documental de investigación.

Después de esta valiosa información, voy al tema en cuestión. No me gusta hablar de lo que hago, de hecho normalmente no lo hago pero hoy tengo un desayuno tan poco atractivo, y tengo tanta hambre, que quiero hacerlo porque me resulta curioso, y yo esto lo leeré dentro de un tiempo y recordaré cosas. Además luego me fumaré un cigar escuchando a Beethoven y todo esto cobrará una nueva magnitud.

Tiempo atrás había un concurso con unas premisas muy claras inspirado en los haikus, pequeñas composiciones poéticas de origen nipón. Pero el haiku en los cortos era quizá la forma, no el contenido.
De hecho días después de la gala le comenté a mi socio que el año siguiente no harían otra edición (es decir, este), por varios detalles que intuí, y efectivamente acerté. Tengo un alto porcentaje de acierto en desgracias y cosas que no van a suceder, soy como el sith de los adivinos. Pero yo no lo busco, ni lo entreno, he nacido con este don y veo adversidades que se cumplen, y ya está. A mi no me preguntéis cuando os vais a casar, preguntadme cuando os vais a divorciar.

Para ese concurso, presentamos un corto mi socio y yo con 3D integrado, La farola, que arrancó tímidamente pero luego se llevó varios aplausos. A él le hace bastante ilusión, a mi no tanta. Pero cuando estoy con él digo que si para integrarme. (Es broma man, lo sabes!).

Y ahora viene el asunto. Como ya iba a presentar uno, pensé que sería una idea maravillosa presentar uno solo por mi cuenta, de material que ya había grabado. Porque a veces voy por ahí y grabo una rama que se mueve, un día lluvioso, unos reflejos por ahín, alguna muchacha que no huya de mi compañía y se deje grabar, etc. Eso hacía antes cuando era feliz con mi cámara, ahora es que me da lo mismo.
Entonces tenía un material curioso, había grabado unas luces de esas de un túnel desde la ventana de un autobús, aunque no se veía una mierda. Pero quizá haciendo un efecto espejo (que ya usé con éxito aún no se cómo), pues podrían funcionar. Y entonces una muchacha mira. Y una hoja cae.
Lo que viene siendo "voy a hacer algo que no entiendo ni yo, pero que seguro que alguien extrae algo". "Pero que si alguien me pregunta qué he intentado transmitir, me inventaré algo que suene profundo".

Y empecé a mezclar imágenes. Como solo eran cortos de 17 segundos, 2 cambios de plano al corte, ahí valía todo. La rama, las luces locas, la muchacha que mira, el reflejo, etc. Y yo creo que empecé a vislumbrar algo, con algunas imágenes que grabé en el pueblo mi primer año como poseedor de una réflex. Estaba muy emocionado con eso de la profundidad de campo y afinar ahí el enfoque, y hasta intentaba hacer fotos a la Luna. Con mi 50mm. Que yo sabía que no se vería nada, pero lo seguía intentando.
Creo que grabé poco, hice más fotos que otra cosa. Pero un día llovió, de esas lluvias buenas que a veces caen en verano por ahí por el norte, y aproveché para grabar. Incluso tenía ahí el micro y me puse a grabar sonido de lluvia, aunque el micro no era el más indicado para mi gusto (un cañón para voces).
Lo mejor de la lluvia viene siempre después, porque deja charcos y eso produce reflejos. Y a veces algunas gotas de una hoja de una higuera caen.

Vi una clara relación entre el plano que grabé de la lluvia y el improvisado travelling que hice de un banco que hay ahí en el exterior. Digo improvisado, porque mi pulso no es potente y de principiante menos. Eso con cualquier soporte ganaría, pero de aquellas no conocía lo que era un soporte simple.
Ese banco es importante porque durante todo el día sirve como descanso entre que vas a la huerta y vuelves a casa, también sirve para hacer tiempo mientras esperas a la comida, y es un lugar social porque se reúne gente a charlar. Mi abuelo le dio otro uso y es que ahí dormía la siesta. Lleva décadas ahí, es como un símbolo. Y como el plano arrancaba de un charco, la relación con el plano anterior de la lluvia estaba ahí.

Ya solo faltaba uno. Un plano más y microcorto finalizado visualmente. Por aquel entonces me dio por grabar a mi madre en alguna obra de esas que se hacen cuando empiezas. En plan, tengo una cámara que graba HD, un objetivo con el que puedo enfocar y desenfocar y un equipo humilde pero útil de sonido. Tengo que hacer algo y tengo a una madre en una casa que tiene un toque antiguo (pero no mucho tampoco). Ideas venid a mi! Porque al final grabas con lo que tienes. No tengo 15 personas para hacer un corto. Tengo a una y a mi cabeza. Que salga algo. De ahí saqué un par de pequeños cortos. Y grabé mucho material, porque como no hay celuloide caro, solo tarjeta, pues se graba lo que se puede y más.

Y yo por entonces estaba bastante enfocado hacia la nostalgia por el pasado, hacia el recuerdo. Porque por ejemplo, mi madre no es de aquí, ni mi padre, y cada verano íbamos al pueblo. Pero no solo mis padres, otros padres de amigos también eran de otras regiones de España y aprovechaban las vacaciones para ir allí y ver a la familia y/o amigos. Los trenes siempre van llenos, por ejemplo. Ahora claro, tenemos skype, móviles que hacen fotos, etc. Antes sólo tenían fotos de las de toda la vida, en blanco y negro. Y yo tenía varios planos que al final no utilicé, con mi madre ahí pasando alguna página de un álbum. En uno de ellos pasaba una página y se veía una foto del banco aquel, pero con gente.

Perfecto pues, ya lo tenía. Un día de lluvia, un banco por el que ha pasado mucha gente y muchas cosas, y una señora pasando una página de un álbum donde se ve ese banco. Faltaba algo igual de importante, el sonido. Ese que hace tambalear algunas obras por no estar cuidado (según manuales y consejos de gente curtida en esto de los rodajes). Que yo no se cómo puede fallar una obra por sonido, cuando nos repiten siempre lo mismo, que hay que cuidarlo. Lees cualquier artículo que haga referencia a creación audiovisual amateur y es algo destacado.

El audio de la lluvia lo tenía fácil, porque ese mismo día grabé sonido también. Pero hubiera podido usar otro sonido de lluvia y valdría lo mismo (siempre y cuando guardara similitud con la intensidad y tal). El que no recuerdo de donde viene es el segundo. Quizá lo grabé en la ciudad, o en el camping. No lo se.
Y había que ponerle sonido al último plano. Ahora que lo pienso, era un plano que daba juego a probar cosas arriesgadas. Desde un silencio, porque el primer plano sonoro era lluvia intensa, el segundo era goteo post-lluvia y el último el silencio. Es una opción que no probé.

Recordé que allí en el pueblo a veces la gente cantaba, especialmente en fiestas. Y a veces cuando se juntan algunos individuos cantan a algo en particular, a su tierra por ejemplo. Que esto es muy de El Señor de los Anillos con los hobbits, pero no lo digo en plan de broma. Los hobbits están inspirados en la vida rural que a Tolkien le hubiera gustado vivir, o que vivió cuando era pequeño, o que consideraba ideal. Luego les dio la envoltura de mediano. Supongo que muchos pueblos tienen canciones propias o poesía con referencias a su tierra. El folclore.
Total, que le dije a mi madre que tarareara alguna canción que recordara y ya está, que me estoy enrollando que dura esto más que cuatro cortos como el que ahora voy a poner aquí.

Acabé satisfecho de esta pequeña pieza porque surgió improvisando vídeos y luego cobró otro significado. A veces cuando haces algo bajo unas normas estrictas o un tema que marca un concurso, fuera de eso pierde algo de significado, por lo menos a mi me pasa. Hubieras cambiado cosas, de haber podido (un plano más largo, u otro plano más, otro ángulo, etc.). Pero había normas que cumplir.
Sin embargo con esta no me pasa, un año después la sigo viendo igual, su duración y confección es la que es, y no necesita cambiar nada. Bueno, quizá un ligero tratamiento de imagen para que sea algo más nitido y con un b/n mejor contrastado en general. Para mi lo más importante es que mantiene una pequeña relación con el origen del concurso, que son los haikus. Le encuentro cierta poesía, que además por lo que he leído los haikus más arcaicos hacen una mención a una estación del año, y en Pueblo hay un plano sobre el tiempo metereológico. Que la similitud la estoy metiendo con calzador, pero ahí la dejo.

Que lo más curioso de todo es que la organización decidió proyectarlo en la categoría documental, cosa que no entendí. Para mi no es un documental, ni se acerca, ni lo pretende. En realidad tampoco lo considero drama, pero es que en la categoría drama entran muchas obras que no se sabe muy bien donde meterlas.
Al fin y al cabo "drama" podría ser algún tipo de conflicto interno, que es un poco por donde quería tirar yo, hacía la nostalgia, el recordar tiempos pasados, uno mismo. Aunque se muy bien que en tan poco tiempo y sin sinopsis es complicado encontrarle la razón.
La conclusión que extraigo es que podría haberla planificado y haber hecho algo así o muy similar, y sin embargo, como ya he comentado quizá demasiadas veces, surgió gracias a una serie de circunstancias azarosas.






No hay comentarios:

Publicar un comentario