domingo, 31 de enero de 2016

Cine bizarro

Me da por escribir sábados porque viene a ser el día que ingiero alcohol, he de decir, en moderadas proporciones. De no ser así no podría escribir con este elegante estilo que me caracteriza. Además parece que me ocurre algo que me da una idea que contar.

Qué es este título de mierda y por qué. Me he percatado de que mis entradas (no las del pelo) son largas y no contienen sustancia audiovisual. Como no puedo aportar nada valioso ahora, me voy a limitar a contar cuatro cosas y ya está.

Vengo de ver un par de pelis de Pier Paolo Pasolini (a partir de ahora PPP). De su época tardía, concretamente de su famosa trilogía de la Vida. Al margen de las risas que producen algunas escenas, risas serias además, por el bizarrismo, por lo extrañas que son. Recomiendo encarecidamente verlas con alguien presencialmente. Ganan mucho. Alguien que esté dispuesto/a a ver este tipo de cine. Seguramente no sea fácil, pero por lo menos no es Saló.

Las risas están aseguradas, fijo además. Desconozco la intencionalidad del bueno de PPP para hacer estas pelis, es más. Prefiero no saberlo. Me han hechizado, no quiero saber el truco porque probablemente perderían algo de encanto. Y son cutres, en vestuario, en atrezzo, en cuanto a imagen (no se si por la calidad del dvd, que no sería raro), y muchos etc.
Pero enganchan. Tienen algo. Tal vez sea por haber nacido en un país cercano al catolicismo y haber vivido momentos en él, o noticias. Ves esto, especialmente el final de su segunda película, y te jartas. Yo si.
Esto es de los 70. Ya no se hacen películas así, o por lo menos yo no las conozco.

Lo mejor de este tipo de cine bizarro, o por ser más específico, fuera de lo que sería lo comercial (pero muy a las afueras, es decir, es como un extremo casi) es que ha sido rodada y guionizada por PPP. Uno de los intelectuales de su época, en Italia. Quizás en Europa, no lo se. No conozco tanto su personalidad, y no debe ser sencillo poder entender a este hombre. No era un tipo cualquiera, eso es seguro.

Lo mataron. Vilmente además, incluso hay fotos en Google de su cadáver al poco de ser encontrado.
Este señor, allá por los 70, ya intuyó de alguna manera por donde iban a ir los tiros en la sociedad actual.
Hay que proteger a la gente que piensa diferente y animarla. Hoy digo. Porque ahora no vale decir que es una pena que PPP hubiera sido asesinado. Sigue siendo lamentable, nos hemos perdido posibles obras de él, que hubiera podido hacer. Quién sabe cuántos años naturales hubiera vivido. Qué cambios en la sociedad hubiera experimentado. Cómo hubiera reaccionado. PPP no era como Bergman, que vivía aislado en Färo.

Esta no es una entrada sobre PPP. Es una entrada sobre lo mucho que se disfruta compartiendo cine con alguien. He tenido la suerte de tener un buen amigo que acepta de buen grado ver cine de este señor, o de otros. Tengo claro que hay cine y cine. Hay películas que tal vez conviene más ver solo, e incluso verla varias veces (solo o no). Y otro tipo de cine que está bien ver con alguien. Muy bien, de hecho. El de comedia especialmente, ese que te hace reír. Además reír es sano, lo dicen los estudios. Decenas de músculos intervienen en el proceso, y Chaplin tiene una cita al respecto de la risa (o eso creo).

¿Hay algo más sano que compartir unas risas con alguien? No es sólo el momento, es el sonido también. Es ese rostro que se "deforma". El cine se ha de compartir. En una sala no ves quien se ríe dos filas que están por delante de ti, o por detrás. Puedes vivir momentos colectivos, gratos también.
El cine editado, viéndolo en casa, en una pantalla de televisión, te permite comprender otras cosas. Es algo superior a verlo con desconocidos. Es otro concepto.

Una cosa parece clara. O quizá borrosa, pero está ahí. El lenguaje sms y de internet está sustituyendo al lenguaje corporal y verbal. Un lenguaje que llevaba milenios desarrollándose, y que es muy probable que no muera nunca (no lo se). Pero su cambio es inevitable. Ahora no nos reímos con una carcajada sana. Ahora tocan unos XD, o unos iconos. Ahora reímos a una pantalla, en vez de a una persona.
¿PPP intuyó esto? Como ya he dicho, no lo se, no he leído demasiado sobre él. Pero por lo poco que se, estoy convencido de que viendo el desarrollo tecnológico, hoy por hoy no le sorprendería. Probablemente le apenaría. Esto lo digo por decir. Me gusta decir cosas por decir. Es gratis.


domingo, 24 de enero de 2016

La distribución de DVD/Blu-Ray en España (I)

Es un tema que me inquieta. Y le pongo un (I) al final, porque seguramente volveré al mismo asunto dentro de un tiempo. Básicamente porque soy un consumidor de cine ya editado y veo cosas que no entiendo.

Empezaré contando un poco mi historia, por rellenar de contenido esta entrada. Empecé comprando cine en varias cadenas de esas conocidas en la Ciudad Condal. Los precios eran elevados (y lo siguen siendo) y yo era un consumidor primerizo e ingenuo. Pero fui acumulando buen cine, packs de Kubrick, Chaplin, Bergman, y pelis varias. Luego descubrí una tienda en el carrer Tallers; el Setanta Nou, que es algo así como la Meca de todo comprador de cine editado con buen gusto y que busque buenos precios.
* Ahí pude comprar Cosmos de Carl Sagan, una de las mejores cosas que han hecho en la historia de la puta televisión. Por 9 euros creo, es que hasta me parece poco. Vale, dejo de emocionarme.

No es sólo por los buenos precios que suelen tener todo el año, es también por el hecho de contribuir a una empresa pequeña (en comparación con las grandes cadenas) que hace un trabajo loable y a un precio ajustado al bolsillo del consumidor. También hay otra tienda con buenos precios en la misma calle. Yo todo esto lo descubrí googleando. Y seguro que hay más tiendas por Barcelona que desconoceré.

Voy al grano. No entiendo la distribución de cine en España. Y voy a ir a algunos casos que conozco de cerca, porque son directores que sigo y que no me pierdo estrenos, o que ya tengo en DVD.
Lars von Trier. Uno de los directores más reconocidos de Europa. Ya sea por el buen cien que hacía (o hace) o por sus salidas de tono, que yo por cierto adoro. Este hombre a veces no tiene filtro cuando lo entrevistan y eso está bien, es sincero. Gustará o no, será correcto o no (en Cannes fue declarado persona non grata). Pero da juego. A mi me hace mucha gracia a veces.
Total, que una de sus mejores películas (según la crítica, y para mi también), Dogville, está descatalogada. La editaron normal y en una edición coleccionista con multitud de extras jugosos. Pues ya no está. Han pasado varios años y no está ni en Blu-Ray, que es el futuro/presente. Porque todo el mundo decía que iba a desbancar al DVD, pero sigue ahí. Algunas de sus películas más conocidas, como Bailando en la oscuridad, tampoco están en Blu.Ray y el sonido que tiene la edición española no hace justicia a la película.

Sigo. Wong Kar-Wai. Uno de los directores más prestigiosos de Asia. Creo que apenas tiene nada en Blu-Ray (y eso que yo aún no he apostado por este formato). Lo que hay de él es un pack de Cameo de algunas de sus primeras pelis que también sueltas, The Grandmaster, y alguna más quizá (y gracias a Cameo, una distribuidora con buen criterio y que suele tener de todo) (el mérito no es sólo suyo, otras compañías también intervienen, como Golem. Es cuestión de fijarse en los logos).
No están ni In the mood for love ni 2046, que son de las más emblemáticas y sugerentes de Kar-wai. No están en las estanterías. Y no me vale la segunda mano, es que ni lo re-editan. Para qué, es un director chino que hace pelis en Hong Kong y que no conoce ni Cristo. Parece que no interesa.

Aún me quedan (y los que me dejo que no conozco o no menciono).
Béla Tarr, ya retirado (pero afortunadamente con vida, ejerciendo de profesor). Bueno, de este señor quizá haya un par de pelis en España, la última y El hombre de Londres. En otros países tienen más.
Hace unos años Fnac editó un pack junto con Avalon creo (no me molesto en corroborarlo, me da lo mismo). Con una de las mejores películas para mi, de este siglo. Armonías de Werckmeister. Y un par más. Pues no existe. Sin embargo llevo años pasándome por esa cadena a mirar (cualquiera compra esos precios), y veo siempre los mismos dvds de Los 47 Ronin de Mizoguchi, o Escándalo de Kurosawa (enormes directores), que no las debe comprar nadie. Porque siguen ahí durante años al mismo precio, más de 10 pavos. Sin extras. Estoy por dejar alguna marca y pasarme meses después a ver si alguién la compró
¿Por qué no reeditan ese pack de Béla Tarr? ¿Es porque es un director húngaro ya retirado que no le importa a nadie? Porque si es así, es una desgracia. No voy a poder comprar una de mis películas preferidas porque ya fue editada, llegué tarde, y no va a volver a las estanterías. Me quedo sin ella. He de tenerla en un archivo avi, o mkv con suerte. Algo muy cutre. No puedo tocar algo físico legal y que he comprado yo.

Podría seguir mencionado cosas. Hay que tener en cuenta que soy un completo ignorante de precios, de quién posee los derechos, de importaciones, etc. Hablo por decir algo, como un niño que protesta. Lo único que medio se al respecto, es que Wim Wenders posee los derechos de sus películas y que vive un poco de sus rentas, a diferencia de Godard, que no fue tan hábil en esos asuntos. Por una entrevista que leí en un libro que compré. Porque también compro libros.
Aún no comprendo bien cómo es que están tan caras las películas de Aleksander Sokurov o de Theodoros Angelopoulos, por mencionar algunos. Puedo entender que sus hijos, o ellos mismos (Sokurov sigue vivo y produciendo, por suerte) vivan de su trabajo. Es lógico. Pero que alguien me explique a qué vienen los 10 pavos o más de todas las películas de Ozu, un señor que no dejó descendencia, y que hace más de 50 años que murió. ¿Quién se lucra? Me gustaría saberlo. Yo me pillé una, pero porque venía el docu de Tokio-Ga (curiosamente de Wenders), y es algo que creo que compensa. Tener la peli, el comentario crítico que suele meter Intermedio en muchas de sus ediciones y además un documental en otro dvd, por lo que no come espacio al que contiene la película. ¿Pero el resto? ¿Por qué?

Entonces voy al quid de la cuestión. ¿A qué viene todo esto? Pues muy sencillo. Hoy he visto una película de esas de mierda de serie B americana de un hombre bicéfalo (creo que no es necesario explicar más).
Y no, yo soy consumidor de cine editado, pero no de semejantes aberraciones. Intento comprar buen cine, o a veces no tan bueno también por arriesgar. Me gusta contribuir a la industria con lo que puedo, que por desgracia no es mucho. Pero cosas que menciono como esta que digo no, que por cierto. Se que queda mal, pero cuesta mucho menos encontrar en la red películas de Sokurov o Béla Tarr que NO están editadas en España. Repito. Que NADIE se ha tomado la molestia de editar aquí y que la única forma de encontrarlas es acudiendo a la red. Que esta puta mierda yanki de serie B, que no sólo tiene dvd editado en aquí, sino también Blu-Ray. A saber a qué calidad de imagen, que ese sería otro tema: las ediciones en Blu-Ray que no parecen ediciones Blu-Ray.

Y esto no es lo peor. Lo jodido es que he tenido que verla con subtítulos en portugués (no se portugués) durante media peli porque no había en castellano. En la otra mitad estaban sin sincronizar. Y he tenido mala suerte y he visto una versión con unos tipos que hacían comentarios durante la película, supuestamente graciosos, porque yo no entendía la mitad, lo mío no son los idiomas.

Me dejo algo. La venden por más de 10 pavos en algunas cadenas conocidas.
Es para hacérselo mirar.

P.D. Me acabo de acordar de una aberración que no puedo dejar para otra entrada. Ha de ser en esta.
Dersu Uzala. Una de las mejores películas de Akira Kurosawa (para mí) y no sólo por su cine, su historia, algunas de sus imágenes o la humanidad de sus personajes. También porque lo rescató de una depresión que casi lo llevó al suicidio. Kurosawa volvió a hacer cine del bueno después de esta producción soviética y luego vinieron Kagemusha, Ran (RAN!!), sus Sueños y un par más, personales y más humildes.
La edición española en dvd es una PUTA MIERDA, que no hace justicia al trabajo que hizo el director nipón. Y me da igual el motivo de por qué la imagen de la película es tan mala, tan nefasta. No sé si es porque el negativo estaba dañado, tanto que no se pudieron hacer copias buenas. No lo se, no me he molestado en intentar descargarla a buena calidad porque ya la tengo original. Ni en informarme.
Pero coño, qué menos que si la imagen es una mierda, avisarlo. O ponerle un precio decente, en plan "sabemos que la imagen es caca, la editamos para que la tengáis original a un precio razonable". No recuerdo por cuánto la compré (mi edición fue sin libro). Pero joder. Un poco de respeto por el consumidor. Que al fin y al cabo es tu cliente. Que luego no vengan con que el que piratea no respeta a la industria. Es que la industria tampoco respeta al cliente. En el cine, así hablando en general, porque hay casos y casos (como la tienda esa que menciono). Pero es que joder, no hay respeto por ninguna parte.
Lo último fue lo de toda esa gente que vio los screeners toscos de la últimas pelis americanas, como la de Tarantino o la Iñárritu. Y luego tendrán el morro de decir que les gusta el cine o de opinar algo. Es terrible.

Y me alegro de no saber lo suficiente para hablar del tema en profundidad y comentar casos concretos que me tocan de lleno por llevar meses o años buscando esas pelis en varios sitios donde me topo con unas cosas, que en fin. Porque sino me frustraría bastante todo esto. Aunque está claro que no van a editar lo que me gusta, hay una mercadotecnia y unas circunstancias que desconozco que mueven todo este tinglado.
Podría haber contactado con las distribuidoras en plan, a ver qué pasa. Si. Pero todos sabemos lo que suelen tardar en responder algunas compañías ciertos mails. Lo de llamar por teléfono ya no me va.

A veces es bueno no saberlo todo, vivir en la ignorancia es algo así como vivir feliz. A la que empiezas a saber cosas, por pequeñas que sean, aunque sólo sean indicios de algo, vienen las preocupaciones.
Aunque más que preocuparme a mi me da pena el trato que reciben algunos autores aquí en nuestro país. No sólo extranjeros, nacionales también.

domingo, 17 de enero de 2016

Yasujirō Ozu

El alcohol corre por mi sangre en estos momentos. No se me ocurre mejor momento para rendirle un pequeño tributo a uno de mis directores de cine favoritos. Esto lo digo porque Ozu parece que le daba al sake. Desde bien joven además.

¿Cómo llegué a él? A veces los que vemos cine nos podemos preguntar cómo llegamos a tal director. Este caso es muy fácil, pienso yo. Empecé a ver cine japonés clásico gracias al mítico Akira Kurosawa. ¿Quién no ha empezado a ver cine clásico japonés por él? De todos los directores japoneses, él fue el que más nos llegó a los occidentales. Aunque hay que puntualizar una cosa, el lenguaje cinematográfico es universal. Pero la mercadotecnia está ahí.
El caso es que después de ver algunas películas del bueno de Akira me pregunté... ¿No hubo más directores japoneses de prestigio en su época? Y vaya si los hubo. Cuando indagas un poco siempre salen un par de nombres. Kenji Mizoguchi. Y Yasujiro Ozu. Estos dos titanes comenzaron su carrera en el cine mudo. Kurosawa llegó después. Otro par de directores más. Mikio Narure o Kamui Kobayashi. Me dejo a algunos que sólo me sonarán de nombre o ni eso, mea culpa.

Ozu. El hombre de esta entrada del blog. Para mi, uno de los mejores de la historia. Al principio me daba rabia que el mundo que plasmaba fuera tan indulgente con la raza humana. Porque su cine siempre ha tratado de personas. Trabajadores, trabajadoras, maridos, mujeres, hijos, hijas. O casi siempre.
No veía maldad en su cine, ni intentándolo. Entonces me cuestionaba a mi mismo sobre el mundo que plasmaba. Que era otro diferente al mío, pero no tanto. Ozu retrataba a personas. A humanos.

Hubo otra cosa que me llamó la atención de su cine. El tercer acto.
Sus películas suelen ser pausadas, presentan a personajes, escenas, situaciones, conflictos. A veces se toma su tiempo, nunca acelera la acción para llegar al punto final. Pero cuando llega, cuando quedan aproximadamente 15 minutos, todo lo que ha presentado en el drama durante más de una hora, se desataba. Entraba el conflicto del hijo con el padre, de la hija con el padre, de la mujer con el marido... Y todo lo que habías visto anteriormente, alguna escena que te preguntabas que había ahí, de repente cobraba sentido. Sentía por dentro una sensación de no se, de tomar partido por una de las dos partes. O ser neutral.
¿Tenía razón la hija al no querer casarse para cuidar de su padre? Con lo joven que era, y las oportunidades que tuvo. ¿La hija pequeña tenía razón al reprochar la actitud de sus hermanos mayores con respecto a sus progenitores?

El cine de Ozu puede despertar muchas cosas dentro. Está claro que pertenece a una época pasada. Yo no se cómo eran las personas hace 40 años. Intuyo cómo pueden ser ahora. No veo mucho parecido.
Pero es mi impresión. Puedo (y seguro), que estoy equivocado. En cualquier caso, mis impresiones no restan valor a la admiración que siento por su cine. Al contrario. Lo admiro todavía más. 

¿Por qué le dedico una entrada hoy? No es sólo porque haya bebido un poco de alcohol de más y rinda tributo a su embriaguez. Hace poco cumplí 30 años. Decidí que la mejor forma de cumplirlos era ver una de sus películas más emblemáticas. 

Cuentos de Tokio.

Pero yo iba preparado. Normalmente la gente cuando se aproxima a un director de estos de prestigio empieza por su mejor peli, ve alguna más, y ya está. Ve 8 y medio de Fellini (o La Dolce Vita), Rashomon o Los 7 samuráis de Kurosawa, La gran ilusión o La regla del juego de Renoir... No sigo. Creo que ya se entiende. No lo digo por decir, esto pasa en un alto porcentaje de gente que ve cine. Lo he comprobado.
Antes de ver Cuentos de Tokio ya había visto 15 películas de Ozu. Casi la mitad de su filmografía. Eso demuestra una cosa. Que tengo una paciencia a prueba de supernovas (soy fan de Carl Sagan también). Tenía comprada Cuentos de Tokio de hace dos años por lo menos. Con el extra de Tokio-Ga, al que voy ahora. Un buen documental.

Una de las cosas buenas que ha dejado Ozu, como otros tantos grandes directores de hace décadas, es escuela. Directores que se han empapado de su cine, que lo han admirado. Pero no lo han imitado, no han intentado ser él (algo imposible, pienso). Todo ellos han seguido su camino, han sido ellos mismos. 
Algunos nombres ilustres que Google nos brinda fácilmente. Aki Kaurismaki, Abbas Kiarostami. Wim Wenders. Y algunos más que me olvido, seguro.
Tokio-Ga es un documental de Wim Wenders. Se fue a Japón 20 años después aprox de la muerte de Ozu, a ver si veía algún vestigio del mundo que plasmó en su cine. El mundo que se encontró fue otro, Japón evolucionó mucho. Aún así encontró momentos, personas, muy del cine de Ozu. Una abuela con su nieta a cuestas, sonriendo y mirando a cámara, una mirada amable, limpia. De otra época. Un niño que no quería andar, con unas botas de agua de color amarillo. Un rebelde.

En el documental se encuentra con algunos sujetos interesantes. Sólo voy a mencionar a uno, por no desvelar demasiado de qué va todo. Su último director de fotografía.
Empezó con él siendo ayudante de cámara y se quedó hasta ascender a ese importante puesto.
Heredó (en cuanto a objeto físico) el cronómetro de Ozu. Un cronómetro especial que no solo contaba segundos, fotogramas también. Lo usaba en todas las tomas. No sólo cronometraba las tomas en rodaje, se ve que también lo hacía cuando estaba en la fase de montaje. El control que ejercía en su cine parece que fue importante. 

Poco puedo decir del gran Yasujirō Ozu que no hayan dicho otros tantos antes que yo. Pero me alegra dedicar una entrada de mi blog a una personalidad como la de él, tan auténtica. Tan humana.
Seguiré viendo el cine que me queda de él. Eso lo tengo claro y me alegra saber que me quedan más de diez películas de uno de los grandes maestros del cine.

lunes, 11 de enero de 2016

Preludio

A veces es difícil presentarse y yo soy un vago, así que no voy a hacer nada del estilo "me llamo tal y hago estas cosas". Además que mi nombre sale por aquí seguramente.
Lo más normal es explicar un poco de dónde viene el nombre cuando empiezas a escribir en un sitio que tú mismo has bautizado. Pues en realidad no lo se. Seguramente de alguna referencia a algún libro que he leído.
Hice una rápida búsqueda en google y tardé menos de 1 minuto en confirmar que este nombre o no existe o está escondido. O no se buscar bien, que no lo descarto. Así que si ya existía, posible blogger al que he plagiado sin querer, mis perdones. Se que nunca llegarás a encontrar esto, pero yo me cubro.

Me gusta el cine. Desde hace varios años dedico varias horas a la semana a ver películas variadas, leer algún libro que me aporte, biografías, historia del cine, leer entrevistas, otros blogs, la wikipedia (una gran aliada), leer o ver tutoriales para ampliar conocimientos más técnicos, ver contenido extra de dvds, etc.
También intento hacer mis pequeñas obras cuando tengo alguna idea que puedo ejecutar. Por el camino me he dado cuenta de que no todas las ideas que se tienen son buenas, entonces lo que intento es dejarlas en stand by, las dejo germinar y a ver qué pasa. De ahí pueden salir varias cosas, desde un posible proyecto a varios blocs de notas desperdigados por mi ordenador con aspectos que se me han ocurrido en cualquier circunstancia imaginable (durmiendo, fregando platos, esperando el turno para comprar churros...).
Viene bien dejar siempre alguna idea a falta de desarrollar, por lo menos a mi. Así cuando no se me ocurre nada, puedo rebuscar en el pasado y encontrar algo que me entretenga. Además algunas mejoran con el tiempo, como el vino. Todo es probar, yo ando en ello y este espacio quizá sea testigo de ello.

También escucho música clásica con cierta frecuencia, pero no soy un entendido ni nada. Esto lo digo porque voy a colocar un link cuando descubra cómo hacerlo, de una pieza. Porque me apetece. Además me suelen gustar bastante los preludios de óperas, porque te dan la sensación de que te están contando algo (aunque no canten, la música puede generar y genera imágenes en la mente). No estoy loco, bueno quizá un poco, pero que esto de las imágenes en la mente pasa.
Pues eso, me gustan porque dan la sensación de que están contando algo pero que aún falta, por decirlo de alguna manera simple, lo mejor. La parte que estabas esperando. El meollo de la historia. Paro.
Y yo siempre tengo la sensación de vivir pequeños preludios dentro de lo que sería EL gran preludio. De hecho esta entrada se iba a llamar "Algo por lo que empezar" y le voy a cambiar el nombre. Y lo digo ahora, y no pasa nada.

Salut!

https://www.youtube.com/watch?v=lqk4bcnBqls