domingo, 20 de marzo de 2016

El fútbol

Esto no tiene nada que ver con el cine, pero es mi espacio y también me interesan otros temas. Me apetece quejarme de lo que ando viendo en la actualidad, porque no solo el cine va a peor, realmente casi todo.

Entonces qué le pasa al fútbol moderno. Pues que da asco. Desconozco cuando empezó a darlo. Soy del Barça porque vivo en Barcelona, de pequeño me gustaban los colores rojo y azul seguro, y además viví la época dorada del Dream Team, y guardo entrañables recuerdos de aquella criatura llamada Jordi Culé, que celebraba los goles del Barça con entusiasmo, sobre todo los de Romario. Con mucha samba.
No he sido uno de esos que se subieron al carro de ser del Barça por juventud o conveniencia, cuando vinieron Rijkaard y Ronaldinho a iniciar esta etapa dorada actual, que ya dura 10 años con algún altibajo.
Yo sufrí los 5 años de mandato de Gaspart viendo numerosos partidos en el bar, porque era un muchacho muy sediento. En esa época cualquier equipo te podía pintar la cara. El Racing, el Alavés, el superDepor (gran equipo sin duda). Con entrenadores como Serra Ferrer, Rexach o el retorno de Van Gaal, era de esperar. Que hasta clasificarse para la UEFA era celebrado.
Aún recuerdo aquellos tiempos en los que Puyol era un muchacho de la cantera que se dejaba los huevos en un equipo plagado de holandeses cojos y otros patapalos como Quaresma o Giovanni, a Xavi que se quejaban de que nunca sería como Guardiola con sus pases horizontales, y un Iniesta que era el casi jugador, porque casi asistía, casi metía gol, etc. A Valdés cuando mascaba chicle y tenía ese tupé tan mítico. Etc.

Una de las cosas por las que actualmente da asco son los horarios. Hoy en día la Premier es el referente sobre como organizar una liga para hacerla más que rentable económicamente, y el mayor mercado parece ser Asia. Y las televisiones de pago. Y eso repercute en que la jornada se desgrana en varios partidos extraños, jugadas en horas escalonadas. Antes el domingo era mítico, porque a cierta hora jugaban varios equipos y tú ponías la radio, el Carrusel deportivo, y era un espectáculo radiofónico. Por favor, el gol en las Gaunas es ya histórico. Qué felicísimos debían ser los aficionados que acudían a ese estadio, siempre veían goles. Lo mismo del equipo visitante, pero da igual. Goles.
También daban partidos interesantes en abiertos, de equipos top. Podías ver el Barça un sábado a las 10, que era la hora ideal para degustar un bocadillo y tomarte algo. Y luego salir a celebrarlo (época Guardiola) u olvidarlo (época Gaspart president). Ahora ya ni siquiera han emitido los partidos de Copa del Rey en abierto del Barça. De hecho ocurre algo muy curioso, y es que ni siquiera disponen de las imágenes del partido de liga para comentarlo en el Hat-Trick Barça cuando finaliza el encuentro. Lamentable. No puedes ver ni un triste gol, solo fotos y pizarras, que Maldini se lo gozaría, pero yo no. Desconozco por qué ocurre.

En realidad el culpable es el dinero, como ocurre muchas veces. Supongo que siempre fue un espectáculo, y eso que llaman el romanticismo del deporte en el fútbol desapareció de la élite. No hay más que ver a Messi y su sueldo, aumentado cada año o cada dos (lo haga bien o mal). Su sueldo es tan alto como algunos presupuestos de equipos de Primera, o de varias secciones de otros deportes menos seguidos del mismo club, el Barça. No se a qué le llaman amor por los colores, pero seguro que lo del señor Messi o Busquets no lo es. Qué pasa, no tienen suficientes millones? No les gusta su trabajo? No son felices en el club que los vio crecer y les ofreció la posibilidad de crecer deportivamente, ser unos cracks y ser millonarios? No es suficiente lo que ganan? No lo entiendo. Su actitud es más típica de mercenarios como Neymar. Se pueden permitir este tipo de situaciones, porque en el campo rinden más que sobradamente. Claro que con Messi ganas títulos, la gente paga entradas para verlo en el campo solo a él y en Asia mojan los gallumbos por verle bien rodeado de grandes jugadores. Pero hasta dónde va a llegar. Porque no hay límite. Han establecido límites tipo el fair play financiero, y la junta del Barça también ha establecido límites, que luego les impiden acometer el fichaje de Nolito, o eso decían. Porque la plantilla cobra tanto, que es difícil ajustar un sueldo más y gastar dinero en un jugador. Ya se verá en verano qué es lo que pasa.

Todo esto que digo viene especialmente por el tema de la Champions, del último sorteo. Cómo puede ser que al Madrid siempre le toquen equipos toscos con sorprendente facilidad. Es cierto que algún año ha tenido que lidiar con equipos más potentes, pero es que si en un sorteo hay un Apoel, un Galatasary, etc, le toca a él. Yo no recuerdo unos octavos o cuartos del Barça contra un equipo mediocre, vamos, en los últimos años no. Y ahora tienen que jugar contra el todopoderoso Wolfsburgo, temible equipo alemán.
No creo en la suerte. Es decir, puedes tener suerte un año, quizá dos consecutivos. Tres ya es raro. Tener suerte en la mayoría de sorteos no es tener suerte. Es que algo hay. No engañan a nadie. Y más teniendo en cuenta que la UEFA y la FIFA están corruptas hasta el tuétano.
Y aún vendrá un merengón a decir que en semis han jugado contra Bayerns, Borusias, Juventus, etc. Es qué tiene cojones decir eso (lo he leído). Qué esperaban, al Benfica? Al Ajax? El poco intelecto que demuestran públicamente los que comentan eso que digo es alarmante. Y además cobran.

Voy a ir finalizando porque es un tema que tampoco merece mucho más, ya hace años que dejé de ser seguidor de este deporte. Antes veía partidos, ahora ya no, solo los que dan en abierto de Champions y algún Clásico (y no todos, ya hasta eso me da igual). En mis tiempos jugar contra el Madrid era un reto y medio título. Y te ganaban casi siempre, empatar era celebrado. Hace tiempo que ya perdió su gracia, ganarles incluso en su campo es algo habitual, humillación incluida.
Veo algún resumen pero por ver algo, porque la tele también da asco y quizá algún día también me queje con argumentos sólidos. Hace años practicaba deporte y dejé huella, especialmente en mi última etapa de profesional con el área de conos de Marchal, de la cual no me movía mucho. Todos los balones pasaban por mi área, qué hacía yo con ellos y dónde acababan no lo se. Era como un puesto fronterizo. Aún así me ponían de titular casi siempre, algo vio el míster. Lástima que me lesionara en un entrenamiento en el que me esforcé demasiado y luego no supe curarme, sino podría haber deleitado con balones colgados al área o pases largos inalcanzables.

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