domingo, 21 de febrero de 2016

Cosas que me gustan (I)

Hoy, de forma excepcional, estoy ligeramente satisfecho. Normalmente no lo estoy así que dedicaré esta entrada a algo positivo, y probablemente no sea la única. Por eso el (I). Soy muy fan de repetir nombres o títulos, lo voy a hacer siempre, pienso en ello, y actúo en consecuencia. La repetición es positiva. Para qué inventarte un título nuevo, si el que has usado anteriormente es útil. El yo del futuro me dará la razón. O no.

- Desprecintar una película. Es una sensación maravillosa. Saber que posees legalmente una obra no visionada anteriormente, y que vas a estrenarla sentado en un sofá, que la has comprado, y en mi caso, que quizá lleve meses o años esperando a ser desprecintada y visionada. Lo más idóneo en el caso del cine sería ver la película en una sala. Pero eso no es siempre posible con películas que ya han sido estrenadas hace años. Tienes que esperar un ciclo en la Filmoteca, o que la proyecten en alguna sala porque si. 
Tuve la suerte de que hace algunos años, cuando empezaba a interesarme esto del cine, algunos me comentaban que debía ver El Padrino ya mismo, pues no la había visto. Mis senderos cinéfilos son inescrutables. Y yo, como paso en general de lo que me dicen, me esperé. El resultado fue que pude ver las dos primeras de la trilogía en una sala de cine sin haberlas visto antes, y además en compañía. 
La conclusión que extraigo de esta experiencia es que a veces es bueno esperar, porque puedes obtener recompensas inesperadas. Enriquecedoras. Vivimos en el siglo de tenerlo todo ya. Eso no puede ser bueno.

- Tarkovsky. Seguramente tendrá su entrada (o varias), pero no puedo dejar de mencionarlo en una entrada como esta, aunque sea de refilón. Qué grande es. Es tan grande que hasta tiene leyendas a su alrededor. La más inquietante es que en una sesión de espiritismo le preguntó al espíritu de Boris Pasternak qué iba a ser de él, y el ente le respondió que haría 7 películas, pero que todas serían buenas. 
Analicemos esto un poco. Esta anécdota ya la sabía, pero me ha dado por mirar ahora cuando murió Pasternak y fue en el 60. Y Tarkovsky realizó su primera película en el 62. Teniendo en cuenta que el rodaje de su primera película sucedió algo antes, probablemente durante el 61 (no me apetece buscar datos); o bien hizo la sesión de espirtismo antes de ser un director de prestigio, o lo hizo después. Ahora mismo no lo se, pero mejor. Así el misterio es como más grande. Parece ser que cuando Pasternak espíritu le comentó a Tarkovsky que haría 7 películas, éste respondió "¿Sólo siete?". "Si, pero todas buenas", fue la respuesta que obtuvo. Inquietante. Y no obstante, se cumplió.
Por lo tanto es probable que sucediera entre el 60 y el 61. Esto lo digo por decir, me lo invento porque es mi blog, realmente me da igual lo que dijera Pasternak espíritu. Lo realmente importante es que para mi si realizó "sólo" 7 películas, todas buenas. Qué más quisieran algunos supuestos grandes cineastas hacer 7 buenas películas, algunas de las cuales se las podría considerar verdaderas obras maestras.

- Ésos recordatorios. Exactamente así, ésos recordatorios. Me gusta mucho cuando leo algún libro/visiono algún documental/leo alguna entrevista y algún director menciona a otro, con cierto cariño o respeto. Digo director porque es en lo que más me fijo, seguro que en cada gremio hay maestros recordados por la gente que viene detrás. Y es que opino que es importante saber de dónde viene todo, o por lo menos, intuirlo. Qué nos inspira, qué nos anima a hacer ciertas cosas, quién es el que está detrás de eso y por qué él.
Y esto es bonito ilustrarlo con ejemplos. Los que conozco hasta ahora y soy capaz de recordar.
Por ejemplo Akira Kurosawa, uno de los grandes, que menciona en su libro "Autobiografía" a Jean Renoir. Como buen japonés de principios del siglo XX, lo de escribir sobre sí mismo parece ser que no lo veía claro. Pero pudo leer la biografía de Jean Renoir y se animó a contar su vida. Es lo que recuerdo, quizá me equivoque. 
En cualquier caso, la biografía de Kurosawa es más que fascinante. Es un relato sobre la vida de un niño en un mundo que jamás existirá. Jamás Japón será como fue en sus tiempos, no creo que conozca a ningún niño al que se le exija tanto como a uno de su época (a él mismo). Ni un mundo como el que describe. De hecho dedica parte de un capítulo a mencionar sonidos de cuando era niño, porque han desaparecido. Sonidos u olores, ahora mismo no puedo confirmarlo al 100% y me da pereza buscar el libro.
Otro ejemplo. Neil de Grasse Tyson con Carl Sagan. Carl Sagan es algo así como una inspiración de la vida. Su serie de TV Cosmos no sólo es, probablemente, una de las mejores obras que han producido en formato televisivo, sino que es una de las obras que ha cambiado vidas, así como lo digo. Formas de pensar. Carl Sagan es DIOS.
Es broma. No lo es y seguro que a él mismo tampoco le habría hecho gracia ser considerado como tal. Pero es una de esas personas que han hecho grande a la narración audiovisual. Cosmos es una serie de obligado visionado a todo aquel que se considere inquieto o inteligente. No le tiene por qué gustar, ni estar de acuerdo con Sagan en todo. Simplemente ha de verla y valorarla como persona individual.
¿Por qué la menciono pues? Porque Sagan era científico. Su serie, Cosmos, no sólo era una serie que a veces hablaba de ciencia, de conceptos científicos. Hablaba de la vida, del cosmos en si, que como cosmos entiendo a todo lo que forma la vida y la no vida. Desde una roca, hasta una ameba, hasta un humano. Todos formamos parte de todo, nos guste o no. El engranaje es amplio y complejo.
Neil deGrasse Tyson tuvo la enorme oportunidad de hacer una nueva versión de Cosmos, su versión. Nuestra versión. Y esto lo digo, porque Comos de Sagan tiene ese miedo ochentero de miles de personas a una guerra nuclear. Era una obra personal. Cosmos de Tyson no lo es tanto, bajo mi punto de vista.
Pero lo realmente entrañable son los pequeños episodios que relata sobre sus encuentros con Carl Sagan cuando él era un niño, cuando quería ser como él, estudiar el universo, buscar más allá lo que aquí no se podía encontrar. Parece ser que lo consiguió, pues es científico. Y el cariño de esas secuencias relatando su pasado es entrañable. Demuestra hasta qué punto un gran maestro nos puede cambiar la vida. Opino que para bien. Aunque claro, habría que ver. ¿Qué es "para bien"? Es algo complicado de explicar. Algo que de por si, opino yo, puede ser positivo para la vida de una persona, puede no serlo para todas las que lo busquen. Lo mismo otra gente que hubiera buscado el mismo camino de Tyson, encontraron la ruina personal, o profesional. Por diversas circunstancias. Con el cine símil es más claro, porque triunfar y vivir de ello es más difícil. O eso dicen los libros y entrevistas que leo.
En cualquier caso, para mi Carl Sagan es una de las mejores personas que han pasado por la historia de la televisión a contar sus inquietudes, sus esperanzas, sus miedos, sus experiencias, su sabiduría. 

- La música clásica. Me inspira. Y la respeto muchísimo. Cuando pienso en toda esa gente, que hace siglos componía música para cuartetos, tríos, orquestas, óperas (con libreto, claro) etc, es que no se qué pensar.
Veo lo que hay ahora, lo que triunfa, y lloro. Por dentro claro, pues soy un hombre muy de la escuela de John Wayne y mis lágrimas son internas. Qué puta música se lleva ahora, quién la hace y con qué derecho.
Decir música clásica tal vez sea un error, pues el período clásico no fue el único, y aún hoy en día se sigue componiendo música sinfónica. De orquesta. Como quieran llamarle. Yo me entiendo. Y todos lo entienden.
Entonces qué le pasa a la música clásica. Pues que es fabulosa. Me inspira constantemente. Con frecuencia he creado en mi mente imágenes sólo escuchando música clásica. Música que no me dice nada directamente, pues no tiene letra para indicarme qué sentir, o con qué identificarme en palabras. Es algo más profundo, más instintivo, por decirlo de alguna forma más burda. Escucho música clásica y me imagino cosas, escenas. A veces han inspirado un guión, y llevo un par de horas escuchando una pieza que espero que me acompañe en un trabajo audiovisual. Soy un loco.
Que luego quizá lo grabo y es una puta mierda, porque todo es posible. Pero será una puta mierda mi mente, lo que se crea ahí, la música no. Sólo pensar la cantidad de personas formadas musicalmente que intervienen en una pieza puede asustar. La de años que pueden estar perfeccionando su arte, tocar un instrumento. O sus voces. Y pensar que de pequeño no me gustaba la ópera. Probablemente sea una de las artes supremas, que reúne música, una historia, y actuación en un espacio teatral. Con escenografía y vestuario. Arte. La ópera es arte, qué lástima que sea tan cara verla en directo.

De verdad, cuando pienso en las condiciones de vida de hace, no se, cuatro siglos, cinco, me emociono. Que no tenían internet, ni ordenadores. Algunos ni electricidad. La gente que componía esta música eran maestros absolutos. No voy a entrar a valorar los posibles contactos y facilidades de la vida que pudieran tener por ser "hijos de" o por nivel de estudios. En pleno siglo XXI estudiar cualquier carrera para una familia humilde puede ser una odisea. Y no del espacio. De aquí. Y no sigo desvirtuando el tema de la entrada porque me puedo meter en senderos que no controlo.
Que nadie me niegue que el nivel de "maestro" hoy en día es algo poco valorado salvo quizá en algunos campos. La educación es una de las grandes maltratadas de este glorioso siglo. Tal vez fue siempre así, no lo se porque no estuve en otras épocas. Que recuerde...

- La cerveza. Es una gran bebida. Muy grande de hecho. Y respetable. Tiene milenios de historia. 

Y ya acabo que es tarde. Por compartir alguna pieza audiovisual, o sonora, o lo que sea, voy a optar por esta pieza de Bach. Me gusta porque tiene un tempo para mi oído, más veloz que otras piezas. Desconozco por qué algunas piezas van más rápido que otras, tal vez sea por la interpretación que se les de. Al fin y al cabo, una pieza de música no deja de ser papel escrito. Y un papel escrito puede tener múltiples interpretaciones. ¿Cuál es la mejor? No soy yo el indicado para responder a esta cuestión. Sólo se que la usó Tarkovsky en el final de su gran película Zerkalo, con algunas modificaciones, y que le hice un modesto homenaje en un ejercicio de clase. Porque tanto Bach como Tarkovsky fueron grandes maestros.


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